jueves, 22 de septiembre de 2011

Regalos y detalles para bautizo

Tiempo atrás el bautizo era una ceremonia íntima a la que asistían los padres, abuelos, y unos pocos de entre los familiares más próximos. La celebración consistía en la ceremonia religiosa propiamente dicha y, quizá, una comida en casa de los padres o de los abuelos. Con el paso del tiempo el bautizo se ha ido convirtiendo cada vez más en una fiesta con todas las de la ley y con un creciente número de invitados.
Otro cambio importante en la costumbre del bautizo es la edad a la que se lleva a cabo. Antaño las convicciones religiosas, unidas a una más elevada tasa de mortalidad infantil, hacían que el bautizo se llevara a cabo cuanto antes, muy poco tiempo después del nacimiento. Hoy en día cada vez es más común retrasar el bautizo unos años, incluso empieza a ser corriente esperar a que el niño sea algo más mayor y pueda empezar a comprender el significado del bautizo.


Por todo esto elegir el regalo de bautizo se ha ido complicando un poco, o como mínimo se han ido incorporando nuevas posibilidades.


Los regalos más clásicos se basaban en la plata: una medallita de plata, una cucharita para papillas también de plata, un pequeño sonajero, incluso un marco de plata para la foto del bautizo. También se solía regalar algo de ropa para el bebé: mantitas para la cuna, algún trajecito para el bebé, un pijama, etc. Son ideas que si bien resultan muy clásicas, para nada han perdido su vigor.

Hoy en día el repertorio de regalos es más amplio y actualizado. Se pueden regalar cochecitos, andadores, cámaras para vigilar si el bebé llora, juguetes adaptados a la edad del niño, etc. Y si el niño es algo más mayor ya podemos optar por regalos que antaño serían más propios de una comunión, por ejemplo: un reloj, una biblia, algunos libros, una bicicleta, o incluso uno videojuego.

Las posibilidades son casi ilimitadas. Sólo tendremos que tener en cuenta la edad del niño y adaptar nuestros regalos a ella.

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