domingo, 18 de septiembre de 2011

La primera comunión

La primera comunión: Regalos, vestidos, consejos

Tras celebrar la eucaristía en la que el niño recibe a Jesús por primera vez, se acostumbra a celebrar una fiesta en la que todos los asistentes son invitados a la misa. Esta fiesta simboliza la alegría de la Iglesia por la unión a la comunidad cristiana de una nueva alma limpia. Poco a poco la ceremonia de la primera comunión se ha ido convirtiendo en todo un acto social de un peso muy alejado de sus orígenes, a diferencia del bautismo que ha mantenido su carácter íntimo. También a diferencia de éste la ceremonia suele implicar un gropo de jóvenes sin la intervención de ningún adulto.
No hay una edad establecida para recibir la primera comunión, pero suele llevarse a cabo entre los 7 y los 10 años tras diversas reuniones y catequesis, ya sea en la parroquia, ya sea en la escuela. Evidentemente el niño debe encontrarse bautizado para poder recibir la comunión.

Los comulgantes deben vestir ropas elegantes pero a la par sobrias. Pese a ocurrir, desafortunadamente, con cierta frecuencia, recibir la comunión vestido de pequeño almirante, o de pequeña princesita, no es lo más adecuado. Elegancia y sencillez, esas deben ser las máximas buscadas al elegir el vestuario.

Tras la ceremonia se suele ofrecer algún pequeño refrigerio a modo de celebración. También es común repartir tarjetas de recordatorio en las que se indican el nombre del comulgante, la fecha, el lugar, etc.

Es frecuente ofrecer un pequeño obsequio al niño. Obsequio que puede ser un reloj, una pluma, un diario, un rosario, una biblia, etc.

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